¡No llegué ni a cinco días que ya lo había devorado!
“…venía de la presentación del mismo, cuando ya en el tren empecé a leerlo, no llegué ni a cinco días que ya lo había devorado…”
“…venía de la presentación del mismo, cuando ya en el tren empecé a leerlo, no llegué ni a cinco días que ya lo había devorado…”